Texto: Alberto Román (Ideal - Jaén)
Imágenes: www.cruzdeguia.org
La Romería de la Virgen de Guadalupe se desarrolló finalmente con toda normalidad y según el programa previsto, pese a la casi constante amenaza de lluvia y a las medidas de seguridad tomadas debido al mal estado de los caminos. Decenas de ubetenses acompañaron y agasajaron a la Chiquitilla del Gavellar durante los dos intensos días de actividades, que culminaron ayer con la llegada de la Patrona de Úbeda y su posterior procesión por las calles de la localidad.
Así, la valoración que se hace desde la Real Archicofradía de Nuestra Señora de Guadalupe es positiva en el segundo año en el que la Romería se alarga durante dos jornadas y en un momento tan especial como el actual, en el que se conmemora el 630 aniversario de la aparición de la Virgen.
El primer día resultó esplendoroso, también en lo climatológico por la mañana. Esto facilitó las cosas, sobre todo la bajada desde Santa Eulalia hasta el Santuario del Gavellar y la posterior subida de nuevo a la aldea. A pesar de ello, se mantuvieron algunos cambios acordados por la Junta Local de Seguridad para evitar riesgos a los romeros. De esta forma, el recorrido entre la pedanía y el templo se hizo por una ruta alternativa, algo más larga, dado que la vereda habitual está impracticable desde hace tiempo.
Además, no se permitió comenzar el camino hasta que no llegaron los primeros claros del día. Y finalmente no hizo falta usar un tractor para llevar a la Patrona por un pequeño tramo, ya que los romeros vieron que las condiciones del terreno no eran todo lo malas que esperaban, y decidieron llevarla a hombros como siempre una vez que acabó la eucaristía. Eso sí, todos acabaron con los pies cubiertos de barro.
La Patrona fue recibida en Santa Eulalia con cohetes y en su plaza se entronizó para la misa con actuación del coro de los Romeros de Santiago y ofrenda floral encabezada por la romera mayor. Con respecto a la tarde, hubo procesión de la Chiquitilla del Gavellar por las calles engalanadas, acompañada por la agrupación musical de Nuestra Señora de Gracia, el guión de faroles de la Real Archicofradía, la junta directiva, romeras, autoridades y Agrupación Musical Ubetense.
En relación a ayer lunes, a las nueve de la mañana partieron las carrozas y caballistas, que llegaron a la aldea para la entronización de la Virgen, la misa amenizada por el coro rociero Virgen del Gavellar y la ofrenda floral. Hubo un pase de carrozas y caballistas con distintos premios y bastante ambiente hasta las cuatro y media de la tarde, hora en la que se desarrolló la despedida de la Virgen por los aldeanos tras el rosario.
Antes de entrar en Úbeda, la Patrona paró en el cementerio, donde se rezó en recuerdo de todos los ubetenses fallecidos. Así, a eso de las siete de la tarde, llegaba a la ciudad, siendo recibida entre multitudes por Rosario Martínez Elvira, quien resumió el sentir de todos los ubetenses en una jornada tan especial. Similar responsabilidad tendrá a mediados de septiembre, pues también se encargará de despedir a la Virgen antes de su traslado de nuevo al Santuario del Gavellar. Así, se inició la procesión, uniéndose a la comitiva romeros y devotos, guión de faroles, banda de cornetas y tambores, carrozas y caballistas, autoridades eclesiásticas y municipales y la Agrupación Musical Ubetense. Desgraciadamente, a eso de las nueve de la noche la lluvia hizo acto de presencia, cayendo con fuerza y en abundancia. El desfile desembocó en la iglesia parroquial de San Pablo donde José Araque, director espiritual de la Archicofradía, dio por finalizada la Romería.
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